¿Por qué la luna de Teodoro?

¿Por qué la luna de Teodoro?

Este año acabamos de cumplir 8 años y me encantará compartir con ustedes algunas de nuestras más memorables anécdotas; les contaré sobre la pregunta que más nos han hecho en estos 8 años. ¿Por qué, la luna de Teodoro?

Yo creo que la primera vez que nos hicieron la pregunta nos agarraron tan en curva que en ese momento tuvimos que inventar una historia, poco convincente y muy poco interesante que los dejaba a todos sin ganas de volver a preguntar y a nosotras con muy mal sabor de boca, pero siempre pensamos que era mejor esa historia sin chiste que la real.

Hoy será la primera vez que contemos la historia verdadera para no tener que volver a apenarnos contando una que nunca nos ha salido bien. En Agosto de 2010, nos encontramos decididas a poner una agencia y estuvimos buscando nombres, para empezar hicimos un arduo trabajo de lluvia de ideas, teníamos incluso una tabla de excel donde cruzábamos resultados y hacíamos votaciones con nuestra gente cercana para poder elegir el mejor; pero invariablemente cada vez que había un ganador, lo «googleábamos» y ya había alguien que había tenido esa brillante idea. Así que un día con nuestras mentes creativas llegamos a la Luna de Teodoro, cuando se lo dijimos a nuestra familia les encantó, así que se quedó el nombre. Pero ¿De dónde salió? Es una combinación de dos nombres, Pau tiene un Perrito (Airdale Terrier) que se llama Teodoro y yo tengo una perrita (Schnauzer) que se llama Luna. 

El nombre nos ha funcionado muy bien porque ha sido un nombre que la gente recuerda, tal vez no completo, de repente nos decían la luna del Toro o solo nos dicen las lunas, pero nos tienen en mente, incluso las recepcionistas de las empresas que seguro ven cientos de personas al día nos veían, sonreían por nuestro nombre extraño y se acordaban, claro no faltó quien nos preguntó: ¿vienen del mundo de Disney verdad? jajaja.

Estoy segura que ninguno de los clientes a quienes le contamos la historia falsa recuerdan de dónde viene el nombre, pero también estoy segura que ninguno de ellos nos ha olvidado, ni por el nombre, ni por el servicio.