Storytelling

Que tu día a día también cuente una historia

Usualmente nos comunicamos con historias, todo, desde una ida al súper hasta el nacimiento de nuestro primer hijo, lo narramos, permitiendo hablar no solo de los hechos, sino también de cómo conectamos con lo ocurrido. Esta manera de comunicarse se llama Storytelling y permite a la gente “vivir” lo que de otra manera solo serían una serie de datos informativos.

Lo interesante en el Storytelling es que no se trata solo de un narrador hablando, sino que crea un diálogo y busca interactuar con otros, lo que es perfecto para construir procesos de comunicación. Ante esto, millones de marcas han entendido el poder del Storytelling y en sus estrategias de marketing han buscado que los consumidores empaticen con las historias y las hagan propias, para que así, comprar los productos se vuelva un acto casi obvio; Nike en su último anuncio con Colin Kaepernick nos muestra una vez más que es uno de los maestros del Storytelling y que Just do it es mucho más que un slogan: https://youtu.be/Fq2CvmgoO7I.

Pero el Storytelling no solo va hacia fuera, contar una historia también puede tener un papel fundamental al interior de las empresas, con el Corporate telling.

Partimos de que las empresas son gracias a su gente y es en la conexión entre los colaboradores en donde una organización puede volverse sólida, contando una historia con la que todos se identifiquen, conectando pasado, presente y futuro, fortaleciendo así el DNA de la compañía. En el Corporate telling las personas se vuelven parte de algo más grande y contribuyen a un objetivo compartido, porque hay una conexión personal en la que cada quien identifica sus propias experiencias y las conectan con la empresa. Gracias a la narrativa, la misión y visión dejan de volverse algo abstracto pegado en la pared, y se vuelven accesible en la vida real.

La historia que puedo vivir es la historia por la que me puedo apasionar, y colaboradores apasionados son sin duda colaboradores comprometidos y por lo tanto mucho más productivos. Dejemos que el día a día de cada colaborador, y de nosotros mismos, sea inspirador, dejemos que cada día cuente una historia de la que nos sintamos orgullosos.